Proceso de Desarrollo Personal.
Entiendo la Psicología en su sentido profundo como un proceso de sanar. Y para sanar no sólo hay que sanar los síntomas, sino la vida.
La ansiedad, la depresión, las fobias, las preocupaciones, las obsesiones, no aparecen solas. Hay un proceso o una serie de acontecimientos que hizo que aflorara la enfermedad.
A veces es un acontecimiento estresante, como un duelo, la pérdida de alguien querido, de un trabajo, de la propia salud, el envejecimiento… Todos pasaremos por la ansiedad, la depresión o la angustia en un momento dado de nuestra vida, y eso nos hará sufrir, nos quitará el sueño, nos preocupará, alterará nuestro estado de ánimo o nos provocará síntomas que confundiremos con enfermedades físicas.
Muchos pacientes acaban llegando a Psicoterapia después de un largo periplo por digestivos, neurólogos o psiquiatras. Y muchos dicen, “¿ah, pero lo mío seguro que no es una enfermedad física?”.
Hay que sanar el cuerpo, la mente, las emociones… la vida.
Se puede aprender a redirigir la vida, a pesar de la adversidad, a desarrollarse uno, a crecer, a aceptar ciertas cosas, y a cambiar otras.
Entiendo la Psicoterapia como un Proceso de Desarrollo Personal, en el que se entra a través de una crisis.
Y en esta vida se puede aprender de las crisis.